EL RELATO DE LA SEMANA: SUEÑOS VIOLETAS

Miro hacia atrás en el tiempo, miento si me digo que no estás en mi mente. Lejano, cercano, como el sol, siempre presente en mis pensamientos. Ayer bajé la guardia y tu mirada me habló. Cerré los ojos y me desperté en un campo rodeada de amapolas, rojas y negras, de un aroma embriagador y un aspecto fascinante. Corrí hacia la salida, sin encontrarla, tan solo amapolas rodeándome. Mientras tanto, a lo lejos, el sol se elevaba iluminando el cielo, iluminando mi vida. Se convirtió en tu rostro, que sonreía y me daba fuerza. Mis sueños son violetas, mi sueño eres tú, que me acompañas mientras duermo y alegras mis días con tu simple presencia. Avanzo hacia delante, lentamente, sin pausa, con decisión, acompañada siempre de tu mirada y tu sonrisa, y de tu presencia que me coge de la mano al andar y me empuja hacia delante, siempre hacia delante, al encuentro de un futuro mejor, en el que mis sueños se hagan realidad.